¿Qué es el Sistema Preventivo de Don Bosco?




Don Bosco fue el pedagogo del don del amor, ya que el amor es el gran educador. Su método no era de carácter didáctico para fines intelectuales, sino un método educativo, fundamentado esencialmente en la relación afectiva. El inicio de su obra no era el templo, sino el patio. Allí las actividades psicomotoras facilitaban una verdadera interrelación entre educadores y educandos, llegando a ser aquellos verdaderos amigos y hermanos de éstos.

Una genial intuición de Don Bosco fue la de "amar lo que aman los jóvenes, para que ellos amen lo que ama el educador". Axioma éste que dá razón de ser a todo su método educativo. "La educación es todo cuestion del corazón", llegó a afirmar a sus colaboradores en una circular del 29 de enero de 1883.

Don Bosco fue el defensor del sistema preventivo, opuesto al sistema represivo: la tarea del educador no era la de vigilar para sorprender a los indisciplinados y castigarlos: su función era "asistir", estar con ellos para caminar con ellos y ayudarlos a crecer y madurar. Presencia no sólo física y visible, sino empática basada en la relación personal. La experiencia no significaba para Don Bosco "quemarse" para aprender de ella, sino preparar al joven, fortalecerlo y asesorarlo para la adquisición de actitudes positivas de éxito para la vida. El sistema preventivo facilita la aceptación de la persona tal cual es, ayudándola a construir su libertad y su proyecto de vida.

El Sistema Preventivo de Don Bosco descansa en tres pilares fundamentales: razón, religión y amor. Ellas formulan en síntesis el contenido de la propuesta educativa. Al educador salesiano le sugiere las actitudes de donde debe brotar la práctica del método: la fe, la racionalidad y la caridad pedagógica. Ellas indican los tres recursos internos de la persona que al ser despertados, estimulados y desarrollados dan una estructura personal capaz de vivir el proyecto personal de vida.

La relectura del Sistema Educativo Salesiano a la luz de las actuales ciencias de la conducta humana nos demuestra cómo Don Bosco, aunque no manejara los actuales aportes científicos de dichas ciencias psicopedagógicas, intuyó sin embargo que para educar no era suficiente la riqueza del pensamiento y de la cultura, sino que lo fundamental era la relación afectiva: "quien no posee un corazón de padre no puede tener un corazón de educador".



Tomado de: Tras las Huellas de Don Bosco Educador. Luis Verdecchia sdb